Se vende

TIENDA DOMÓTICA

casa en villa Los Cristales, Rancagua.

Se vende casa en Villa Los Cristales, Rancagua;  la propiedad está ubicada  en el sector oriente de la ciudad de Rancagua, cuenta con locomoción colectiva tanto de colectivos como micros y con un flujo regular entre unos y otros; además, se encuentra a pocas cuadras de parques  y colegios. Por lo tanto, ideal para familia con hijos pequeños.

Su ubicación es privilegiada si estás pensando en adquirirla como vivienda para uso comercial ya que está emplazada en esquina de calle.  Es decir , es una excelente oportunidad de inversión.

El sitio se encuentra totalmente cercado con reja metálica, posee antejardín con gravilla lo que permite el estacionamiento del vehículo tenga un  fácil acceso.

La propiedad tiene la siguiente distribución:

1.- Tres dormitorios, principal en el primer piso y dos en el segundo piso.

2.- Un baño

3.- Cocina pequeña

4.- Living comedor con piso cerámico

5.- Patio pequeño

6.- Estacionamiento para un vehículo

La casa permite la creación de nuevos espacios conforme a los metros construidos de que dispone.

Características indicadas, salvo error u omisión.

Llamar:  941800002 – 951587089

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Casa en la playa 

El viaje termina aquí:

en los afanes mezquinos que dividen el alma

que ya no sabe dar un grito.

Ahora los minutos son iguales y fijos

como las vueltas de rueda de la bomba.

Una vuelta: un subir de agua que retumba.

Otra vuelta, más agua, a veces un chirrido.

El viaje acaba en esta playa

que pulsa asidua y lenta la marea.

Excepto perezosos humos

nada revela la marina

que urden de cuencas las ligeras brisas,

y es raro que aparezca en la bonanza muda,

entre las islas del aire vagabundas,

la jorobada Córcega o Capraia.

Tú me preguntas si todo se reduce

a esta poca niebla de memorias,

si en la hora que aturde o en el desvarío

de la ola se cumplen nuestras vidas.

Quisiera decirte que no, que se aproxima la hora

en que te será dado huir del tiempo;

tal vez sólo quien quiere se eterniza,

y ese es tu caso, a lo mejor, no el mío.

Pienso que para los más no hay salvación

y sólo alguno altera los designios,

cruza el vado, se encuentra como quiso.

Quisiera antes de ceder mostrarte

la senda de esta fuga, frágil

como en los turbulentos campos

del mar crestas o espumas.

También te cedo mi esperanza avara.

Últimamente, exhausto, la descuido.

La ofrezco en prenda a tu destino, que te ampare.

El camino termina en esta orilla

que la marea corroe con movimiento alterno.

Tu corazón cercano que no me oye

tal vez ya zarpa hacia lo eterno.

Eugenio Montale (1896 – 1981) Italia.